Racing estuvo 89 minutos arriba en el marcador, se durmió y perdió dos puntos increíbles. Colón, muy tibio durante todo el partido, se lo empató sobre el final cuando no quedaba nada y se llevó un punto de Avellaneda con sabor a triunfo. Una noche decepcionante para los de Zubeldía, que no supieron aguantar una victoria que parecía consumada. Fue 1 a 1, en el Cilindro y por la fecha 17 del torneo Clausura.
A los 11 minutos llegó el gol de Valentín Viola. Giovanni Moreno la manejó de enganche frente al arco y lo habilitó al joven delantero que, tras quedar mano a mano con Diego Pozo, definió certero de cara a la hinchada local. Era el 1 a 0 y en el inicio. Justo, debido al trámite parcial. Racing era más, ante un equipo visitante que no reaccionaba y que sufría la supremacía de un conjunto que tenía todo servido: el resultado, el marco, las individualidades y el control del baón. Más tarde, lo peor. La Academia sacó a la luz sus puntos débiles y no supo liquidar a un rival que estaba muerto. Sobre la hora, empató.
Antes y cuando el primer tiempo se moría, los de Avellaneda tuvieron el 2 a 0 servido pero desperdiciaron la chance. Viola cabeceó un centro al corazón del área y la pelota pegó en el palo. Después, Luis Fariña tomo el rebote, pero desvió su remate por encima del travesaño. Fue el final de la primera mitad. Racing era más, llegaba y manejaba los tiempos. Colón: nada.
En la segunda parte se emparejó la historia. El DT sabalero apostó a los cambios y tomó el terreno. La Academia se replegó un poco, regaló el medio y especuló con la contra. Le salió mal. Nunca entendió lo que le exigió el juego y no supo como liquidar a un contrario perdido y sin ideas. Tal es así que ni con el ingreso de Lucas Uribarri, por Maximiliano Pellegrino, y luego de haber quedado en defensa con línea de tres, Colón inquietó al local. La ventaja mínima parecía consumada.
El empate pudo haber llegado antes. Solamente en la jugada en que Moreno y Fabianesi decidió rematar y que Sebastián Saja desvió y muy bien, con los pies. Luego, Lucas Castro tuvo dos oportunidades: una arremetida por la izquierda que terminó en nada y otro disparo desde afuera que salió desviado. A Racing le faltó espíritu para sentenciar la vida de un contrario que no quería más.
Mal negocio para los de Zubeldía. Racing le regaló la pelota a un rival que nunca pensó y perdió dos puntos de oro y en el Cilindro. Ante su gente impaciente. A los 44, cuando no quedaba nada, Colón tuvo la última y la aprovechó. Fue la única. Pase en profundidad, sobre la espalda pesada de Matías Martínez, que capturó Federico Higuaín y que alcanzó a rematar cruzado y ante la salida de Saja. Fue el 1 a 1. Fue un baldazo de agua helada en una noche fría en Avellaneda.
El pitazo final sentenció la bronca. Racing no entendió y empató. Colón se aprovechó y festejó. Sabor amargo. Feo. Una pena. Sólo un punto. Los objetivos se acortan y los tiempos también. Queda sólo la Copa. El campeonato terminó hace rato y este equipo no aprende más.
FUENTE: IDENTIDAD RACINGUISTA
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