Zubeldía lo banca a Sand y las coincidencias le dan la razón.
También un 4 de agosto, pero hace cinco años, empezó en el Grana con el pie izquierdo aunque, cinco días más tarde, una Copa lo salvó.
Ah, Racing juega este miércoles la final ante Boca.
El que crea en las casualidades…
Se codeaban el Cilindro. Una vez, dos veces… Se pellizcaban al ver en acción al Pepe Sand… Dos penales atajados por el arquero Sara, un gol en offside (mal) anulado por Pezzotta, un 3 su puntaje Olé y, de regalo, un Chenemigo. “Un debut para archivar urgente: el hombre del gol falló dos penales. No tuvo mucho juego”, fue la sentencia. Vaya sábado 4 de agosto de 2012. Pero…
“Cuando debutó en Lanús contra Independiente, en esta misma cancha, perdimos 5-3, no hizo goles y se fue expulsado. Y después terminó siendo el goleador del equipo campeón”, trató de defenderlo Luis Zubeldía, quien aseguró que el correntino es el Dios del Area. Y ojo, bien vale un esperanzador flashback.
También, oh casualidad, sucedió un sábado 4 de agosto. Pero de 2007. Y en el mismo estadio. Y, oh casualidad II, con Pezzotta como árbitro. Metió un gol en offside –oh casualidad III-, protestó y lo echaron a falta de diez minutos por hablar de más. Se ganó un 2 y, oh casualidad IV, otro Chenemigo: “Una noche complicada. No pesó en el juego, le hicieron un penal y se hizo expulsar”. Los hinchas de Lanús también se codeaban en el Cilindro –oh casualidad mil millones- mientras Luis Zubeldía, por ese momento ayudante de campo de Ramón Cabrera, no lo podía creer. ¿Ese era el famoso Sand por el que se había pagado una cifra millonaria en dólares? Encima, había jugado en Banfield… Sin embargo, al quinto día, resucitó…
La fecha de suspensión le había sacado chance de revancha para la 2° jornada, cuando Lanús debía enfrentar a Huracán.
Pero Dios, otro Dios, le puso un partido de Copa en el medio para salvarlo de la hoguera. Y sucedió un miércoles 8 de agosto.
Sí, como el día de la final de la Copa Argentina ante Boca. Pero cinco años atrás… En el camino se le puso Estudiantes por el partido de ida de la fase inicial de la Copa Sudamericana. Y cuando estaba con la lupa sobre la nuca, mejor se dedicó a lo suyo. A los 23’, consiguió el primero de los 58 goles con la camiseta del Grana que, con el tiempo, devinieron en vuelta olímpica, Pichichis, y hasta una venta de 10.000.000 dólares al Al Ain de Emiratos Arabes. “Enorme, gigante recuperación de Pelletieri, delicioso pase de Valeri, recepción, control y ejecución de media vuelta de Sand”, recordaba Olé en esa ocasión, cuando lo calificaron con un 7.
En San Juan, ¿también podrá resucitar al quinto día?
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