Con ritmo, sin margen para el error. Peleado, pensado, trabajado. Casi sin detalles librados al azar.
Una ingeniería táctica en la que uno y otro calcularon todo lo que pudieron calcular y apostaron a imponer condiciones para quedarse con todo.
Un duelo digno de dos que pretenden sostenerse en la pelea: Racing y Newells, escolta y líder, se midieron en Avellaneda, empataron 0 a 0 y mantuvieron intactas sus posibilidades de seguir arriba.
De entrada, cuando el encuentro recién se estaba asentando, el local salió como una tromba y casi sacude la modorra: al minuto, llegó un córner de Villar desde la izquierda, Cahais peinó en el primer palo y Cámpora, entrando en soledad, estampó el balón en el travesaño. La visita se recompuso pronto y comenzó a manejar la escena desde la prolijidad de sus volantes: con Bernardi como eje, el conjunto de Martino mostró capacidad para hacer circular la pelota y utilizó el ancho de la cancha para atacar. Más allá del dominio territorial, al combinado rosarino le costó materializar la tenencia en ocasiones netas: recién a los 31 de la primera parte Scocco pudo desprenderse de su marca y sacar un disparo que forzó a Saja a revolcarse.
La Academia, en cambio, se las ingenió para obstaculizar los circuitos del rival y para poner en riesgo el arco de Guzmán sin tanta elaboración: antes del descanso, Centurión tuvo una buena escapada por izquierda pero su tiro no llegó a incrustarse en la red por poco.
En el complemento, las cosas cambiaron. El dueño de casa presionó la salida contraria, no dejó jugar con comodidad a los mediocampistas del puntero del torneo y logró que la posesión de la pelota se repartiera. Desde el despliegue físico de todas sus líneas, los dirigidos por Zubeldía emparejaron las acciones y consiguieron construir ocasiones para convertir: a los 17, Cámpora recibió un envío aéreo a la altura del área chica y, cuando la multitud se relamía para festejar, su cabezazo salió desviado. Con el trascurso de los minutos, Newells se fue cansando y sus jugadores empezaron a sentir el desgaste. Los ingresos de Camoranesi y de Sand revitalizaron a los de celeste y blanco, que continuaron arrinconando al rival sobre la base del vértigo.
Pelletieri casi anota en una maniobra detenida y Vietto, cuando el pleito se acababa, también tuvo una posibilidad clara de zurda. Fue empate finalmente, aunque, por lo sucedido en la segunda parte, la alegría se podría haber quedado en el Cilindro. Racing estuvo cerca ante uno de los mejores y se aseguró permanecer bien cerca de la punta.
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