Tras el pésimo juego en el clásico, Zubeldía quedó en el centro de las críticas y la gente pide más audacia.
La poca vida que lleva el Torneo Inicial puede advertir sobre el
riesgo de caer en cualquier juicio prematuro. Pero aún con el campeonato
dando sus primeros pasos, resultó alarmante la pobreza que entregó
Racing en sus primeras presentaciones.
Decepcionados por los resultados pero mucho más por el juego y la poca audacia, los hinchas están preocupados porque sienten que la ilusión corre serio peligro. Como no pudieron expresar su malestar el viernes porque el partido se disputó sin público, se descargaron a través de diversas redes sociales. Y en ese desahogo, Luis Zubeldía apareció en el centro de las críticas más fuertes.
Con el 1-1 ante Colón y el 0-3 ante San Lorenzo, la Academia tuvo uno de los tres peores arranques de campeonato de los últimos cuatro años: de la mano de Juan Manuel Llop, en el Clausura 09, perdió 1-3 con Lanús y 1-4 frente a Huracán, mientras que con Alfio Basile, en el Apertura 2012, igualó 0-0 contra Tigre y fue derrotado 1-0 a manos de Godoy Cruz.
Lo más flojo en este momento es el nivel subterráneo del equipo. Pese a los últimos tres triunfos del certamen pasado, se sabía que el entrenador contaría con poco crédito de la gente en este campeonato porque la producción de su elenco nunca convenció.
Se suponía que un mal comienzo lo pondría en una situación incómoda, tal como está ocurriendo. Zubeldía conservó la base del equipo con la que trabaja desde hace un año, no se le desarmó la estructura, evitó el proceso de formación. Sin embargo, los problemas persisten. Y son los mismos: Racing juega muy mal. Sin creatividad, no genera posibilidades. Encerrado en un esquema extremadamente rígido, los futbolistas no salen del molde y asoma la previsivilidad. Toda la apuesta del DT radica en el desequilibrio individual, pero cuando eso no sucede el equipo se desvanece al no lograr un fútbol asociado ni tener a un volante generador, asistidor. Mauro Camoranesi, a los 36 años, viene de una lesión y su físico no está para 90 minutos.
Otro punto que causa descontento en el hincha es la propuesta de Racing. Antes de firmar la renovación de su contrato por un año más, Zubeldía le prometió a Gastón Cogorno que arriesgaría más. Al menos hasta ahora, eso quedó sólo en palabras. El equipo, ante el Ciclón, salió a esperar en su campo a la espera de meter una contra que jamás fabricó.
No demostró el protagonismo que se le demanda a un club grande en su cancha y, encima, falló mucho en defensa. El próximo rival será Lanús, por la Sudamericana. Y por el torneo local, Tigre. Van pocas fechas, pero es mucho lo negativo de este Racing.
Decepcionados por los resultados pero mucho más por el juego y la poca audacia, los hinchas están preocupados porque sienten que la ilusión corre serio peligro. Como no pudieron expresar su malestar el viernes porque el partido se disputó sin público, se descargaron a través de diversas redes sociales. Y en ese desahogo, Luis Zubeldía apareció en el centro de las críticas más fuertes.
Con el 1-1 ante Colón y el 0-3 ante San Lorenzo, la Academia tuvo uno de los tres peores arranques de campeonato de los últimos cuatro años: de la mano de Juan Manuel Llop, en el Clausura 09, perdió 1-3 con Lanús y 1-4 frente a Huracán, mientras que con Alfio Basile, en el Apertura 2012, igualó 0-0 contra Tigre y fue derrotado 1-0 a manos de Godoy Cruz.
Lo más flojo en este momento es el nivel subterráneo del equipo. Pese a los últimos tres triunfos del certamen pasado, se sabía que el entrenador contaría con poco crédito de la gente en este campeonato porque la producción de su elenco nunca convenció.
Se suponía que un mal comienzo lo pondría en una situación incómoda, tal como está ocurriendo. Zubeldía conservó la base del equipo con la que trabaja desde hace un año, no se le desarmó la estructura, evitó el proceso de formación. Sin embargo, los problemas persisten. Y son los mismos: Racing juega muy mal. Sin creatividad, no genera posibilidades. Encerrado en un esquema extremadamente rígido, los futbolistas no salen del molde y asoma la previsivilidad. Toda la apuesta del DT radica en el desequilibrio individual, pero cuando eso no sucede el equipo se desvanece al no lograr un fútbol asociado ni tener a un volante generador, asistidor. Mauro Camoranesi, a los 36 años, viene de una lesión y su físico no está para 90 minutos.
Otro punto que causa descontento en el hincha es la propuesta de Racing. Antes de firmar la renovación de su contrato por un año más, Zubeldía le prometió a Gastón Cogorno que arriesgaría más. Al menos hasta ahora, eso quedó sólo en palabras. El equipo, ante el Ciclón, salió a esperar en su campo a la espera de meter una contra que jamás fabricó.
No demostró el protagonismo que se le demanda a un club grande en su cancha y, encima, falló mucho en defensa. El próximo rival será Lanús, por la Sudamericana. Y por el torneo local, Tigre. Van pocas fechas, pero es mucho lo negativo de este Racing.
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