Su incorporación se concretó de un momento a otro cuando su
nombre ni siquiera había salido a la luz. “No vine a Racing para ver qué pasa,
quiero ganar la Libertadores”, fue su frase más rutilante en su primera
entrevista luego de firmar contrato con la Academia. De 31 años, tras un buen
pasado reciente en Monterrey y con una extensa carrera en México, donde amplió
aún más su vitrina de trofeos, Neri Cardozo llegó al club por pedido de Eduardo
Coudet.
El carrilero que hacia un surco por las bandas en Boca no
existe más. Aquel pibe se esfumó, mejoró y se convirtió en un jugador
prácticamente opuesto. Aunque aún posee su velocidad y dinámica intensa (este
último, característica vital de los equipos del Chacho), ahora es un volante
más pensante, que marca los caminos en ataque desde una posición más cerrada,
el típico interior. Potencial socio del Pulpo González, podrá aportarle a
Racing variantes para manejar la pelota.
Su carrera dio comienzo en Boca, con solo 18 años. En el
Xeneize pudo afianzarse dos años después, con la salida de Daniel Bilos. En la
institución de La Ribera salió campeón de la Copa Libertadores 2007 siendo
titular en el equipo de Miguel Ángel Russo. Además, obtuvo otros ocho títulos
(tres locales), dejando un registro de 187 juegos y 26 goles.
Luego de irse por falta de minutos con Carlos Ischia como entrenador,
marchó a México. Allí desarrolló el resto de su carrera con mucho éxito.
Primero recaló en Jaguares de Chiapas, donde no pudo ser campeón, pero tuvo
continuidad en el año que estuvo. De ahí dio el salto a Monterrey: ocho
temporadas en alto nivel donde se erigió como una de las piezas claves de
Rayados.
Tuvo dos etapas allí por una interrupción en 2016 debido a
un préstamo en Querétaro que también fue fructífero: 36 PJ, cuatro goles y la
obtención de la Copa MX. En Monterrey dejó registros de 41 tantos y asistencias
en 298 cotejos. Además, ganó la Interliga y Apertura 2010, la última Copa MX y
fue tricampeón de la Liga de Campeones de la Concacaf.
Si bien no es un nombre rutilante, Neri Cardozo puede ser un
hombre importante en la estructura de Coudet gracias a su productividad,
velocidad, panorama y ambición. Además, sabe lo que es ser campeón y cumple con
los requisitos para llegar a Racing. De él dependerá su ciclo en la Academia.
Fuente: Ramiro Cue Barbena.
Retoque fotográfico: @RCMSnews