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ULTIMO MOMENTO

RACING RECARGADO

Diez mil personas se acercaron al Cilindro para recibir a las incorporaciones de la Academia. Centurión bailó, agarró un celular y posó con sus nuevos compañeros. La gente mantuvo a puro grito la ilusión.

Escuchó su nombre, caminó al borde del repiqueteo, sonrió, levantó los brazos, le guiñó un ojo a uno que lo apuntaba con una cámara y bailó como si estuviera en su casa. Lógico: Ricardo Centurión sentía que estaba de nuevo en su casa. 

Racing armó una fiesta en su cancha sin que hubiera partido. Diez mil hinchas se acercaron hasta el Cilindro para darles la bienvenida a los refuerzos. Diego Milito capitaneó una ilusión que lo que buscará es levantar vuelo en la Copa Libertadores. Hubo aplausos y hubo canciones para que Centurión, Neri Cardozo, Leonardo Sigali, Alejandro Donatti y Nery Domínguez palparan las ganas que tiene la gente de la Academia de soñar en grande.



Desde temprano quedó chico el pasaje Corbatta. No se podía fallar y la pasión respondió. Tanta era la demanda que se decidió posponer por un rato la entrada de los futbolistas al campo de juego. Cuando Diego Milito asomó, el rugido se hizo incontenible. “Por estas cosas somos los más grandes”, dijo delante de la multitud. Víctor Blanco, Miguel Jiménez, Alfredo Chiodini y Eduardo Coudet fueron los otros que se ubicaron alrededor de Alex Caniza, el conductor, a la espera de que los protagonistas aparecieran en escena. 

Domínguez fue el primero; Sigali, el segundo; Cardozo, el tercero; Donatti, el cuarto; y Centurión, el quinto. Los cinco hablaron. Los cinco contaron por qué eligieron venir. Los cinco se pusieron a disposición de un proyecto que quiere depositar a Racing en lo más alto. Los cinco agarraron las pelotas que andaban en el césped, hicieron jueguitos y las patearon a la tribuna para que hubiera regalos. Y ahí sí todo fue ovación y ahí sí todo fue fiesta.