Es imposible que los hinchas de Racing no se ilusionen cada vez que ven jugar a Lautaro Martínez, más cuando tiene noches mágicas como la que concretó ante Cruzeiro. Ni Jorge Sampaoli, que estuvo en el Cilindro para ver el rendimiento del bahiense, lo achicó para hacer un triplete digno de un delantero con jerarquía europea. Con esa inspiración del atacante de 20 años, la Academia le ganó 4 a 2 a los brasileños para conseguir un gran arranque en el inicio del grupo 5 de la Copa Libertadores. Augusto Solari hizo el restante de la Academia, mientras que Giorgian De Arrascaeta y Robinho le habían dado una esperanza al equipo de Mano Menezes. Así las cosas, los de Eduardo Coudet, que no estuvo en cancha por arrastrar una suspensión y fue reemplazado por Ariel Broggi, acumuló su quinta victoria consecutiva entre Copa y Superliga para demostrar que es cosa seria.
La jornada no arrancó bien para el visitante, que ya a los cinco minutos de partido perdió a Fred por lesión luego de que intentara hacer una pirueta en el área rival. Para colmo, a los 14 minutos, Neri Cardozo tiró un centro muy preciso al área brasileña y Lautaro Martínez la empujó entre los centrales para poner el 1 a 0. Y cuando la noche del pibe empezaba a ser especial, un error suyo desacomodó al equipo del Chacho: intentó salir jugando con un lujo, le regaló la pelota a los rivales y De Arrascaeta cabeceó para igualar el encuentro. Luego hubo una triple ocasión de peligro para los de Menezes, pero el palo y Juan Musso le dieron una nueva vida al local. Pero Martínez infló el pecho y demostró que está en su mejor momento, después de una jugada prepara que le sirvió para poner en ventaja a Racing otra vez.
En la segunda mitad, los de Belo Horizonte salieron decididos y fueron a buscar la igualdad. Ese objetivo casi se cumple: Soto cortó a medias un centro, el visitante recuperó la pelota en el área y Rafinha reventó el travesaño a pesar de tener el arco libre. Hasta que el Toro volvió a hacer lo suyo: ganó en el punto penal con un preciso cabezazo y estiró la ventaja. Robinho hizo olvidar rápido esa jugada con un lindo tiro libre, aunque siete minutos más tarde apareció Augusto Solari para sellar el 4 a 2 final. Ah, Renzo Saravia metió un fuerte planchazo y el árbitro Wilmar Roldán lo expulsó de manera correcta.
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