El fragor de las dos batallas introduce su espada imaginaria. Pincha físicos, arroja coletazos que dejan piernas cansadas, fatigas musculares que asoman en las trincheras. Racing posee una tropa que no cuenta con la cantidad ni calidad de soldados suficientes para enfrentar con las mismas energías la Sudamericana y el Torneo Inicial. Y si encima surgen dolencias, entonces Luis Zubeldía debe optar: arriesgar o preservar. En este caso, elegirá lo segundo.
En lo que ya es una certeza, el entrenador concluyó que lo más conveniente es darle más descanso a Diego Villar. El volante se recupera de una sobrecarga en el isquiotibial izquierdo que lo marginó del partido de ida ante Colón (por la Copa) y el domingo contra Lanús, por el campeonato local. Ayer trotó alrededor de la cancha y casi no siente molestias, pero el DT quiere asegurarse la presencia del Barba ante San Martín en lo que para él es la prioridad: el certamen local. ¿Quién lo reemplazará? Luego de su buen ingreso en el segundo tiempo frente al Granate, Fariña es una fija para la banda derecha. También reaparecerá Zuculini por el suspendido Pelletieri, mientras que la otra variante prácticamente sellada será la de Ortiz por Leonardo Migliónico.
En tanto, Camoranesi es otro que está tocado por la seguidilla. A los 35 años, el desgaste hace mella en él y Zubeldía pretende guardarlo. Su sustituto en el doble cinco sería Luciano Aued. ¿Algún cambio más? Es posible. El cuerpo técnico nota muy cansado a Claudio Corvalán. Eso, sumado que no viene de una buena labor en el 1-1 contra el Granate, le abriría una chance desde el arranque a Lluy en el lateral izquierdo. Pese a ser diestro, Braian dejó conforme a Zubeldía en la faz defensiva cuando ingresó el domingo.
El 1-3 que la Academia debe revertir mañana en el Cilindro por la Copa supone un desafío arduo. Pero en el ambiente de Racing se palpa que el Torneo Inicial es el principal objetivo. No quieren descuidarlo ni despreciar el promedio.
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