A fondo. Para llegar mucho más lejos. Hasta que su luz, hoy brillante, se apague.
Hasta que los guantes le pidan un descanso eterno. Hasta que se separe del fútbol.
Sebastián Saja y Racing caminan de la mano en el umbral de un romance que alcanzará el punto más intenso. En medio de una admiración recíproca, el Chino está muy cerca de acordar la renovación de su vínculo hasta junio de 2016 (el actual vence a mitad de 2014), lo que representará mucho más que una mera extensión de su permanencia: marcará, nada menos, el final de su carrera profesional, y en el club del cual se enamoró.
“Racing me brindó todo y se lo quiero retribuir”, le contó el arquero de 33 años, a Olé , con gratitud. “La idea es que en marzo ya tengamos listo el contrato por tres años más para que se retire en Racing. Hay que terminar de definir e instrumentar algunas cuestiones, pero por él vale la pena hacer el esfuerzo”, anunció Gastón Cogorno, presidente.
A poco de llegar a Avellaneda en junio de 2011, procedente del AEK Atenas de Grecia, Saja comenzó a encaminarse como un futuro referente que hoy lleva la cinta de capitán y le rinde tributo en su máxima expresión.
Sumado a un rendimiento superlativo desde su arribo, todos valoran lo que transmite entre las paredes del vestuario y del otro lado de las mismas.
Su compenetración con el club excede a la pelota. “En este tiempo demostró que no sólo atajó excelentemente, sino que además se meterá en la historia del club. Es un líder en el plantel y un referente para toda la institución, con un compromiso total”, contó Cogorno.
Y reforzó: “Guardando la distancia lógica, hablo con él casi todos los días y siempre me pregunta cómo está el club en todo lo que respecta a la gestión política”.
Pero la relación también pasó por momentos ásperos, propios entre quien pelea por los intereses de un plantel y los que cuidan el dinero de la entidad. “Hubo algunas discusiones entre Saja y los dirigentes porque cada uno defiende sus cosas. Es algo normal eso”, comentó un allegado a la comisión directiva.
Otro, en tanto, le confió a este diario la sorpresa que se llevaron las autoridades cuando el Chino asistió a la fiesta de los empleados del club, realizada a fin del año pasado, en el tercer piso de la sede de Avenida Mitre: “Se mezcló entre todos, se quedó bailando y hablando como una más de las 300 personas”.
¿Qué ocurrirá una vez que el arquero largue el arco?
En Racing anhelan que siga ligado al club. Por lo pronto, empezará el curso de entrenador. Sin embargo, no se descarta que en el horizonte le ofrezcan algún otro cargo.
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