Hay sitios que a una persona la pueden transformar. Ni hablar en el fútbol. Avellaneda, para Gustavo Bou, parece ser una especie de paraíso terrenal que le permitió al entrerriano no sólo encontrar su mejor versión, sino mejorarla hasta el punto de sorprender a la mayoría. El, claro, se ríe. “Ojalá que Racing sea mi lugar en el mundo”, explica antes de que se apaguen las luces del estadio Mundialista de Mar del Plata.
Antes de subirse al micro, la Pantera se tomó un tiempito para mantener la sana costumbre de ser respetuoso con la prensa. Entiende que es el muchachito del momento en la Academia y por eso acepta las reglas de juego. Eso sí, lo hace con su estilo campechano, de barrio, sin subirse a ningún pedestal: “Ojalá las cosas sigan así. Siempre trato de mejorar los errores que puedo llegar a tener y seguir de esta manera, tratando de ser mejor jugador. Igual, como siempre digo, si no fuera por mis compañeros yo no estaría jugando así, ellos tienen mucho que ver en todo esto”.
-Le hiciste tres goles a Boca, ahora uno a Independiente, debés estar en las nubes...
-La verdad que para mí es una alegría inmensa poder convertir y más en un clásico, porque los goles se disfrutan mucho más.
-Todos hablan de tus goles, ¿cuánto creés que influye esto en tu juego?
-Todo delantero vive del gol y eso nos da mucha confianza para todo, te da confianza a vos y después a nuestros compañeros.
-Se te ve más suelto, ¿vos lo notás?
-Puede ser. Pero yo siempre me tengo confianza. Desde que llegué a Racing traté de aportar lo máximo para mi equipo.
Los compañeros pasan. Miran de costado a Bou y sonríen. Saben todo el valor simbólico que tiene para el grupo que el goleador del equipo campeón, que encontró en Milito un socio ideal para tejer un ataque contundente, siga afilado. El entrerriano se acomoda la gorrita de visera negra, una marca registrada, y cuenta el secreto de este Racing: “La idea es no quedarse con lo que logramos, sino en mejorar todo eso”.
-Este Racing ofrece una sensación de solidez en cada partido.
-Sí, coincido. Por suerte sigue la mayoría del plantel, estamos muy contentos, desde el primer día venimos trabajando muy bien en la parte física y sabíamos que a medida que fueran pasando los partidos nos íbamos a sentir cada vez mejor.
-Parecen más ofensivos.
-De a poco vamos vamos mejorando el ritmo, quizás en el campeonato nos faltaba eso, tener y manejar más el balón y tratar de agarrar ventaja cuando estamos arriba en el marcador. Ahora lo hicimos.
-Se viene lo mejor, el torneo y la Copa...
-Se trabajó duro en la pretemporada. Tenemos mucha confianza. En lo personal, arranqué el 2015 con goles: ojalá siga así. Y si no que los haga otro, je.
TRANSPIRAMOS EL MANTO, VOLVIMOS A CREER EN EL FUTBOL