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ULTIMO MOMENTO

CONFIO EN BOU



El tiempo suele engañar a las memorias. También puede ser relativo si es mucho o poco, según la carga que lleven. Lo que ocurra dentro del mismo, sus contenidos, el caudal de vicisitudes que pase en el medio, darán la impresión de que un mismo período es más o menos prolongado. 
Diego Cocca se alejó de Racing hace poco más de un año (en octubre de 2015), pero pareció más extensa de lo real esa etapa sin él en el club. Desfilaron Sava, el interinato de Ubeda, Zielinski. 
Se fueron jugadores, llegaron otros, se quedaron los que ya había dirigido, bajaron su rendimiento varios, mermó la calidad del plantel.

El técnico de la Academia regresará a una estructura bastante diferente de lo que fue su equipo campeón en 2014. De los habituales titulares de aquel elenco, sólo tres terminaron jugando en el semestre: Pillud, Aued y Bou. Acuña, hoy una de las figuras indiscutidas, era suplente de Centurión y Díaz. Y permanecen otros que Cocca conoce muy bien, como Videla y Gastón Díaz, dos piezas inamovibles en el Racing que logró el título y actualmente devaluadas (Grimi, también en el plantel, se recupera de la rotura de ligamentos cruzados).

Sin las presencias de Diego Milito, Saja ni Lollo, tres pilares de la gloria, el entrenador se apoyará en Licha López -capitán-, en la jerarquía de Acuña y en un desafío trazado: elevar el juego de futbolistas que tanto rédito le dieron: la Pantera y Aued, los ejemplos más emblemáticos. Al primero, incluso, tendrá que endulzarle los oídos para asegurarse que no emigre en caso de oferta... Inicialmente, les expresó a los dirigentes que desea retenerlo. Y a la lista se agrega Brian Fernández, delantero que también había dirigido en Defensa y Justicia y que el 9 de enero cumplirá con la suspensión de un año y medio por doping. 
 
“Hay varios jugadores que me mandaron mensajes pidiéndome que volviera porque quieren pelear por cosas importantes”, le reveló el técnico a Olé . Será un trabajo fuerte en lo anímico el que emprenderá el DT en un plantel que nunca estuvo conforme con Zielinski por los planteos ni la manera de trabajar en el día a día. En un grupo con menos material que en 2014, Cocca procurará potenciar lo que tiene y achicar el margen de error en la elección de refuerzos para cubrir los sólo dos cupos permitidos. Pidió un central y un volante ofensivo. “No me gusta comparar...”, enfatizó Cocca. Será inevitable.
 
Fuente: Olé.
Retoque fotográfico: @RCMSnews

BOU EN DUDA

La derrota de ayer ante Aldosivi en Mar del Plata por 2 a 1 significó un golpe directo a la ilusión de Racing para poder dar pelea en las dos competencias que afronta. Con esa caída, se ubica a diez unidades del líder de la Zona 2 (Lanús), a falta de seis jornadas. 

Y Facundo Sava fue claro: avisó que ahora los cañones apuntarán a la Copa Libertadores.

En el certamen internacional el panorama es más alentador, ya que tras cuatro juegos comanda el Grupo 3 con 8 unidades, dos más que su escolta Boca, a quien recibirá el próximo miércoles, desde las 19:30, en el Cilindro de Avellaneda. Para este compromiso, el Colorado tiene algunas dudas que deberá disipar.

 

Como primera medida, se confirmó la lesión de Francisco Cerro, quien igualmente no podía decir presente contra el cuadro xeneize por deber aún una fecha de suspensión. El ex Quilmes se desgarró en el bíceps femoral de la pierna derecha y estará fuera de las canchas aproximadamente 21 días (no estará en el clásico con Independiente). Ese hueco para acompañar a Luciano Aued en la contención pareciera ser para Ezequiel Videla, quien le sacaría una leve ventaja a Federico Vismara.

Pero la lista de averiados continúa, ya que Sergio Vittor debió ser reemplazado contra el Tiburón por una lumbalgia que arrastra desde hace algunas fechas. Además, hoy practicaron de manera diferenciada Nicolás Sánchez y Gustavo Bou. Ambos serán probados mañana, para definir si podrán ser de la partida contra Boca. Sebastián Saja, por un cuadro gripal, también abandonó antes de tiempo el entrenamiento, pero no corre peligro su ubicación bajo los tres palos.


Con este panorama, y teniendo en cuenta lo que pueda suceder con la Pantera,
Sava ya planeaba una dupla y cuatro volantes.
Las mayores posibilidades recaen en Milito y Lisandro López como binomio ofensivo, en tanto para el medio, Romero es fija (influye notoriamente en el rendimiento) y Acuña una firme posibilidad para el sector izquierdo.

Fuente: Olé.
Retoque fotográfico: @RCMSnews

ALL IN


Casi como si fuera una discusión de Gabinete sobre medidas económicas, una de las principales dudas que se planteaba Facundo Sava en el inicio de su ciclo era con qué velocidad aplicar sus primeras modificaciones: shock o gradualismo. El temor por desarticular aquel equipo de Diego Cocca, que además de cortar la sequía de títulos había permitido encontrar una especie de orden espiritual en el club, estaba latente en los hinchas. Sin tocar demasiado en un principio, el Colorado decidió mantener el esquema de su antecesor: 4-4-2 con la posibilidad de ver a Romero, ocasionalmente, tirado como enlace.

En un principio, a Sava le costó soltarse e incluso apostó por esquemas demasiado conservadores atentando contra sus propios ideales. En el clásico ante Independiente y en el primer encuentro ante Boca por la Copa, el entrenador hizo el click. Ir con un solo punta a resguardarse, casi le juega una mala pasada. Superada la prueba de fuego con dos empates apáticos (salvo por la chilena de Licha), Racing se despachó con un 6-3 ante Unión para anticipar lo que se venía: desterrada la época de la especulación, bienvenida la era del golpe por golpe. 

En el reparto de guantes, los de Avellaneda apabullaron rivales con su poderío ofensivo, aunque también empezaron a aparecer los desórdenes defensivos. Los números son elocuentes: en el torneo es el equipo que más goles marcó con 22 y uno de los que más recibieron, con 20, sólo detrás de Rafaela. Y si bien todavía no ajustó las clavijas atrás, Sava está satisfecho con esta propuesta, más cercana a su filosofía. 
Por eso, en el encuentro de este jueves ante Deportivo Cali en el Cilindro, el Colorado utilizará por primera vez el tridente que anhelaban ver los hinchas de la Academia: Lisandro López-Milito-Bou. En Olé, repasamos el año de cada uno.

Milito: el ídolo todavía está vigente
Pese a que le costó en el arranque y en algunas ocasiones fue al banco, el Príncipe se fue reencontrando con su nivel con el correr de los partidos. Por el torneo local, disputó 361 minutos y anotó tres tantos (dos a Unión y uno a Lanús). En la Copa, jugó 188 minutos, pero no se pudo estrenar todavía en la red. ¿Lo conseguirá ante el conjunto colombiano?


Bou: los problemas de lado
Afectado por algunas lesiones musculares en el inicio de la competencia, la Pantera fue más noticia por su discordia con la dirigencia que por su rendimiento dentro de la cancha. Aunque la bronca con Blanco por no venderlo en su momento sigue vigente, el delantero volvió a exponer sus condiciones. En el campeonato, participó 359 minutos y marcó tres tantos (Atlético Tucuman, San Martín SJ y Atlético Rafaela). Por Copa, jugó 216 minutos y fue fundamental en el Repechaje: marcó los tres goles en el 1-1 y el 2-2 ante Puebla.


Lisandro López: el sucesor del PríncipeDespejó rápido las dudas que había sobre su presente. Sin dudas, el golazo de chilena ante Independiente fue importante para reflotar el idilio con la gente. En el torneo, disputó 387 minutos e hizo cuatro goles (dos a Rafaela, uno a Unión y el mencionado al Rojo). En la Libertadores, fue el que más participó en ataque: 288 minutos y dos goles (Cali y Bolívar). Con el retiro de Milito en junio, el legado será suyo.


Los números son bastante similares. Y como suelen repetir muchas veces los entrenadores: los jugadores se sacan y se ponen. Por lo que mostraron por separado, los tres merecen estar en cancha. ¿Cómo les irá juntos?

Fuente: Olé.
Retoque: @RCMSnews 

UN TAL BOU



La discusión, evidente y ampulosa, pasó unos decibeles por encima del reproche aceptado. En la mitad de la cancha Diego Milito y Gustavo Bou se desafiaban y prometían trompadas para el entretiempo. Alguien era capaz de enfrentar al mito de la camiseta 22 y aún así conservar su lugar de privilegio en la consideración de los hinchas. Sin buscarlo, Gustavo Bou encontraba en la omisión de cuestionamientos el reconocimiento a su aporte sustancial.

Lograrlo le costó mucho. Siempre en la mira, escuchó que su llegada era un negociado de Cocca con Bragarnik. Luego que su racha goleadora era puro culo, un veranito, que sin Milito no era nadie. Más tarde que se había agrandado, que sus compañeros no lo aguantaban, que no se la pasaba a nadie. Y hace poco, muy poco, que tenía que ir a entrenarse a Tita, por su rebelde decisión de pedir un aumento y no viajar a la pretemporada.

Existen intangibles que explican la inserción de los futbolistas en el sentimiento de la gente. 
Algunos lo simplifican y lo llaman ángel. En épocas de promedio desnutrido tuvimos que ponerle aureola y alitas a unos cuantos matungos que por mucho menos lograron aplausos precoces. 
Bou no tiene ángel, está claro. Pero tiene fútbol de sobra y una entrega descomunal
Un año y medio al máximo nivel lo confirma. Y un arranque superlativo de 2016 dispara el interrogante: ¿es el mejor delantero de Racing de las últimas décadas?
Los gustos son subjetivos y los logros relativos, dependientes del conjunto. Y las estadísticas desnudas, sin relación con la gloria, matemática insípida. En cambio, cuando todo eso se combina hay que abrir el libro de historia y escribir un nuevo capítulo. A continuación van fundamentos y elogios para afirmar que desde aquel lunes 6 de octubre de 1986 en el que pisé por primera vez el Cilindro (4-3 a Rosario Central), el mejor delantero que ví en Racing es Gustavo Bou.

- Hizo 32 goles en 62 partidos.
- Convirtió en 25 juegos. De esos, Racing ganó 21, empató 3 y perdió 1. En síntesis: cuando Bou la mete, Racing consigue el 94% de los puntos.
- De sus 32 conquistas 11 son pura autogestión. En más de la tercera parte de sus goles no necesitó que nadie lo habilite. Se los inventó.
- 6 de sus gritos sirvieron para empatar el partido, 10 para poner el 1-0 y 3 para lograr el 2-1. Altísimo porcentaje (59%) de goles vitales para conseguir puntos.
- Su gol a Newell’s (primero en Racing) evitó la salida de Cocca.
- Sus goles a Boca dieron vuelta un partido imposible.
- El fierrazo en Quilmes puso a Racing en la punta, a falta de dos fechas. Es el de Bedoya versión 2014.
- Fue el goleador del equipo campeón. Determinante para lograr un título.
- Fue el goleador de la Copa Libertadores 2015. Está a solo 4 goles de Norberto Raffo, máximo anotador de Racing en la historia de la Copa.
- La merma de Milito en 2015 lo obligó a hacerse cargo de todo el trabajo sucio en ataque. Lo hizo sin resignar peligrosidad. 
Todos los pelotazos largos lo buscan. Abre defensas, las desgasta, asiste (tal vez además del goleador sea el máximo asistidor del equipo) y colabora en la marca.
- Suele destacarse en los partidos importantes. Por ejemplo, a Boca le hizo 3 goles en 2 partidos oficiales.
- Silenció al estadio de Independiente con un gol de antología. A lo Bou, sólo él pensó que era posible hacerlo.
- Fue el máximo responsable de la clasificación a la fase de grupos. Frente a Puebla jugó 180 minutos a un nivel estelar.
Ahí fueron algunos argumentos en forma desordenada. 
Pero quizás la mejor definición de lo que significa Bou la haya dado Riquelme: si Racing no lo tuviera, sería un equipo como cualquiera.





Fuente: http://elmetodoracing.blogspot.com.ar/  
Nicolás Saralegui (@CilindroMagix) 

Fotos: Pasión Fútbol, Conclusión.com y Mario Martínez (@mario_charlas)


BOU ADENTRO

¿Se lo extrañó menos de lo que se pensaba o con él los resultados hubieran sido aún mejores? Con Lisandro López en gran nivel, Diego Milito rejuvenecido y Roger Martínez empujando con fuerza desde atrás, Racing se mantuvo a flote sin su delantero estrella. 
Líder del grupo 3 de la Copa Libertadores y con chances en el torneo local luego de tres triunfos consecutivos, Facundo Sava volverá a contar esta noche con Gustavo Bou. La Pantera, recuperado totalmente de una distensión en el bíceps femoral izquierdo que se resintió contra Boca en el ámbito local, ya vio minutos en Colombia contra Deportivo Cali, pero hoy será titular luego de ocho partidos. Junto a Licha, entonces, conformará una gran dupla para visitar a Atlético de Rafaela, rival que suele complicar a Racing (lleva cuatro sin ganar en ese estadio).

“Bou me deja tranquilo: después de sus conflictos, sigue metiendo goles y se rebela en la adversidad”, lo supo mimar, en un mano a mano con Olé , Sebastián Saja. Pero el arquero no es el único que destaca al goleador. Tras la lesión y también el cruce con el presidente Víctor Blanco por rechazar una oferta millonaria de China, el delantera se enfocó nuevamente en el trabajo y esto trajo tranquilidad en el cuerpo técnico de Sava. “Está muy bien física y anímicamente”, aseguran desde el club. En Cali, por caso, hizo un gran esfuerzo sobre el final, con el equipo con un jugador menos y jugando solo y de contra, como en sus mejores épocas.
Con 33 goles en 63 partidos, el ancho de espadas vuelve a estar en la baraja académica. Se viene un vale cuatro...
Un par de cambios
 
Dos cambios determinó Jorge Burruchaga en Atlético para recibir a Racing: Esteban Orfano ingresará por el lesionado Gabriel Graciani y Federico Anselmo entrará por Gastón Colman.


BOU A DESCANSAR

Antes de irse de vacaciones con su familia, Bou habló de la posibilidad de dejar Racing:  

"Lo que vendrá ojalá sea para bien mio y del club". 

Esta vez, el goleador la tiró afuera: "No estoy pensando en ofertas sino en descansar".

Se terminó el semestre y en Racing abundan los rumores. Cocca pidió mantener el equipo y traer refuerzos, pero parece difícil que no se vaya algún hombre de peso. Gustavo Bou, uno de los apuntados, rompió el silencio pero no se la jugó: “No estoy pensando en si hay ofertas sino en las vacaciones. He escuchado muchas cosas pero trato de no darle mucha importancia y enfocarme en lo que es Racing. Después lo que vendrá ojalá sea para bien mio y para el bien del club”.
El gran momento de Bou lo hizo sonar tanto en el mercado europeo como sudamericano, pero el goleador en este caso prefiere tirarla afuera: “No voy a practicar ningún idioma, je; ahora voy a aprovechar a disfrutar con mi familia, a ir a pescar, que ahora los voy a poder ver 14 días seguidos y eso lo voy a disfrutar mucho”.
 

Por otra parte, en charla con Metegol (AM740), Bou se refirió a la situación de Brian Fernández: “Está pasando un momento difícil y lo que más necesita es que lo apoyen todos. Vamos a estar encima de él para lo que necesite”.
 

Lamentablemente quedamos afuera en cuartos de final pero la verdad es que nos fuimos tristes pero a la vez tranquilos porque dejamos todo para poder pasar a las semifinales de la copa y en el torneo local sabíamos que teníamos que seguir de la misma manera y que lo veníamos haciendo bien. Por suerte se cumplió uno de los objetivos que era terminar lo más alto posible cuando terminara el semestre.
 

Es muy importante mantener la base, creo que se armó un grupo muy unido en el que todos dejan todo por el compañero. Sabemos que hay compañeros que están en un muy buen nivel y por ahí pueden venir ofertas, pero ojalá la base se pueda quedar.
 

Milito es el referente de todos nosotros, de este equipo, tanto como Seba también. Son dos referentes muy buenos, transmiten mucha tranquilidad adentro y afuera de la cancha y eso es muy bueno. Nosotros desde el otro lado tratamos de apoyarnos en ellos también, sabemos que les podemos servir a ellos como ellos nos sirven a nosotros.




PENSANDO EN BOU

La Pantera volvió a meterla. 
Aunque todavía no hay ofertas por su pase, lo miran de Europa.

Como suele decir Víctor Blanco, “mientras no haya ofertas formales, no podemos hablar de interesados”. En el caso de Gustavo Bou, la sentencia del presidente se aplica a medias: es cierto que por Gustavo Bou aún no llegó una propuesta concreta, pero información procedente de Europa señalan dos interesados: Nantes (Francia) y Porto (Portugal). 


En el caso de los lusos, el probable traspaso del colombiano Jackson Martínez a la Premier League inglesa sería clave para buscar al entrerriano como reemplazante. 

Ayer la Pantera metió su quinto gol en el torneo y hubo gratitud a Diego Milito, que le cedió la ejecución de un penal luego del que había fallado el Príncipe.  

“Siempre digo que Diego es una gran persona, sin egoísmos. Yo se lo pedí y él no tuvo problemas en dejarme”, dijo, para dejar un mensaje de esperanza a los hinchas: “Terminamos la primera mitad del torneo arriba, muy cerca de los punteros, como era el objetivo. Ahora apuntamos a llegar a la parte final del torneo así”

Bou sigue con la cabeza en Racing.


ENTREGARON LA ESCARAPELA

MILITO CLASICO

Racing se vengó del torneo pasado con Milito como símbolo y goleador. Mientras Almirón teclea, la Academia tuvo su gran domingo. Motivación sobra para el partido del jueves...


"Oh oh, oh oh oh, Milito hay uno solo, oh, oh, oh...". Acalambrado, dejando hasta la última gota de sudor, Diego Milito fue el símbolo del triunfo de Racing. Autor del gol que marcó la victoria ante Independiente, el ídolo marcó el camino en cuanto a cómo jugar este tipo de clásicos: con alma y vida. La Academia lo ganó porque sus joyas futbolísticas (Milito y Bou, sobre todo) brillaron sobremanera y porque todo el equipo lo jugó como en el barrio, dejando todo por el honor más que por los tres puntos. 

En la otra vereda se vio, nuevamente, a un Independiente tibio, de buenas intenciones pero frágil en el fondo y livianito adelante. Para colmo, su capitán y pieza clave, Federico Mancuello, cerró su floja tarde con una expulsión impropia de un referente: con un tremendo planchazo a un rival como muestra de la impotencia por saberse derrotado. Bien por Germán Delfino, que tuvo una buena actuación: acertó en el penal (hubo foul de Cuesta a Acuña). Eso sí, se quedó corto con la amarilla a Acuña por un patadón a Tagliafico en el primer tiempo.

Las más de 40.000 almas que poblaron el Cilindro y que gozaron a su clásico rival recordándole su reciente paso por la B, disfrutaron de un equipo que entregó todo y que también mostró buen fútbol como para que el resultado fuera más amplio. A decir verdad, el 1-0 terminó siendo mentiroso de acuerdo con las numerosas situaciones claras de gol que tuvo el equipo de Diego Cocca en el segundo tiempo. En el complemento, pese a dos ocasiones que tuvo el Rojo (un cabezazo de Benítez y un tiro libre de Mancuello), Racing fue superior a partir del buen trabajo de Videla y Aued en la mitad de la cancha. Ahí sacó ventaja en el juego y la profundizó arriba. Pero claro, los errores en la definición y algunas atajadas del Ruso Rodríguez evitaron la goleada.

Independiente, con esta derrota y una floja actuación, estará en las próximas horas definiendo la continuidad de Jorge Almirón. A Racing, en cambio, el presente es mucho más alentador: ganó el clásico ante su gente, se cansó de gozar a su rival y con el ánimo por las nubes encarará el partido del jueves en el Cilindro ante Guaraní, en el que deberá dar vuelta el resultado (perdió 1-0 en Paraguay) si quiere avanzar a la semifinal de la Copa Libertadores.


Milito y Bou, con 8, Luli Aued completó el podio. ¿Cuáles fueron tus notas?

1- S. Saja (6): Con las manos, impecable: le tapó una difícil a Albertengo. Pero impreciso con los pies.
20- I. Pillud (5): No gravitó tanto en ataque y se equivocó en algunos pases. Correcto en la marca.
6- L. Lollo (6): Arrancó apurado y a los pelotazos, pero levantó y terminó ganando siempre.
23- Y. Cabral (5,5): Tuvo fallas cuando quiso salir jugando, pero jamás perdió el mano a mano.
3- L. Grimi (6): Marcó bien. Se apuró en una contra y le pegó de afuera cuando Milito se la pedía solo.
17- M. Acuña (6,5): Más allá del penal que le cometieron, su partido fue muy completo. Ayudó a Grimi en la marca y también se juntó con los delantero.
15- E. Videla (4,5): Todavía no puede encontrar el nivel del año pasado. Perdió muy seguido las espaldas y no recuperó tanto. El sacrificio, como siempre.
11- L. Aued (7,5): Volvió en el mismo nivel que dejó el equipo. Se tiró atrás, pidió todas y fue el primer pase limpio que necesitaba el equipo.
10 O. Romero (4): Más allá de un caño y un gran pase a Milito, sigue mostrándose incómodo. Lo suyo no es el retroceso por la banda derech.
22- D. Milito (8): El corazón del equipo. Hizo el gol de penal y mostró un sacrificio conmovedor aún cuando estaba acalambrado. Predica con el ejemplo.
7- G. Bou (8): El más desequilibrante. Supo cuando encarar, rematar o asistir. Cada día mejor.
18- F. Cerro (6): La rueda de auxilio de siempre.
8- W. Camacho (6,5) : Entró bien, cambiándole el ritmo a cada contra en el segundo tiempo.
25- G. Díaz (5) : Para aguantar y tocar.


BOU BOU!

Racing no tuvo a Milito, pero apareció su otra carta de peso para darle el triunfo en un duro partido en Avellaneda. Luego, Cabral redondeó el 2-0 ante Lanús, que sumó su segunda caída al hilo y encima terminó con diez por roja a Lautaro Acosta.

Diego Milito es el ancho de espadas de Racing. El San Martín del equipo de Avellaneda. El referente, sin dudas. Y un escalón por debajo, apenitas, está Gustavo Bou. Claro, recién está en su primera temporada en la Academia y, obviamente, cuenta con mucho menos historia. Pero vaya si es importante. Mucho más cuando forma dupla con el Príncipe. Esta vez estuvo en solitario -Diego fue preservado- y se las arregló para ser determinante en la victoria en Avellaneda por 2-0 ante Lanús. Para volver al triunfo y quedar a cuatro puntos (20) de la cima.

Racing había arrancacado mejor, con Romero como abanderado. Había llegado el equipo de Cocca, pero no había estado fino en la definición. Lanús, apelando a transiciones cortas y rápidas, metió peligrosidad en lo siguientes minutos, aprovechando la pérdida de control de pelota del local.

Esa tendencia creció en el segundo tiempo. Le costaba al dueño de casa ante un visitante mejor plantado, que incluso tuvo situaciones. Saja fue importante para impedirlas. Pero cuando la soga apretaba el cuello y la victoria se prestaba difícil, Bou aprovechó el buen pase de Romero y la mandó a guardar para destrabar la noche.

Luego, la Acadé se manejó con tranquilidad. Mucho más por la expulsión de Lautaro Acosta (Pitana entendió que le entró fuerte a Pillud y le mostró la segunda amarilla). Nueva roja para el delantero, que había sido expulsado en el clásico ante Banfield y estaba jugando por el 225 (le restaba una fecha por cumplir, ya que ante Boca no había estado). Cuando el partido estaba por finalizar, Cabral aprovechó bien una pelota parada anticipando su marca para sellar el resultado.

A pesar de no contar con Milito, Racing se las arregló para sumar de a tres, quedar expectante en el torneo e ir con el ánimo en alza a Uruguay, donde jugará el jueves por la Libertadores ante Montevideo Wanderers.



TRANSPIRAMOS EL MANTO, VOLVIMOS A CREER EN EL FUTBOL 

ES UNA LUCHA

Bou sostuvo que ante Estudiantes se dio “un partido muy luchado” pero rescató el hecho de llegar al empate con su gol para al menos llevarse un punto a Avellaneda. “En todo el partido no había tenido una. Por suerte me quedó cerca del final”, contó.
 
Una vez más, se vistió de héroe para darle algún rédito a Racing. Esta vez, Gustavo Bou apareció como un tren en potencia y reventó el rebote que dejó Hilario Navarro para sentenciar el 1-1 ante Estudiantes. “Fue un partido muy luchado, ellos venían de perder y de local iban a jugar de igual a igual. Por suerte pudimos empatar cerca del final y no nos vamos tan tristes”, sintetizó apenas consumado el final.

El delantero de la Acadé se movió por todo el frente de ataque pero casi no tuvo posibilidades para concretar. “Ellos nos taparon los dos volantes de creación que teníamos y era difícil que nos llegue limpia a los de arriba. Por suerte me quedó una y entró. En todo el partido no había tenido nada”, analizó, y pidió cambiar el chip de inmediato: “Ahora a pensar en Guaraní. Hay que dar vuelta la página porque tenemos una final en Paraguay”.


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ERROR NUESTRO


Bou admitió que Temperley los complicó y que padecieron gran parte de los segundos 45'. "Nuestro error fue intentar jugar de la misma manera que en el primer tiempo", dijo el goleador de Racing.
 
El gol de Bou salvó a Racing. No en el momento que lo marcó, sino después, sobre el final, cuando Temperley se le vino y le metió el descuento. El goleador de la Academia es sincero, reconoce que padecieron gran parte del complemento, y lo explica de manera clara y concisa: "En el primer tiempo jugamos de la manera que nosotros queríamos, e incluso podríamos haber hecho más de dos goles. Pero, bueno, no se dio. Después ellos salieron a buscar el partido y nosotros no supimos leerlo".

¿En qué se equivocó Racing? "Nuestro error fue intentar seguir jugando de la misma manera: Temperley salió a atacarnos y tenía mucha gente arriba, por eso nos complicaron", explicó Bou después de que Laverni diera por finalizado el partido. Además, sostuvo que a pesar de haber disputado el partido contra Guaraní por la Copa "físicamente estábamos bien, por eso decidimos jugar". Y cerró: "Nos merecíamos una victoria de local en el torneo. Estamos muy contentos".

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#SNIPERBOU


DIEGO COCCA
 
"Hubo algunos puntos altos individualmente. El trabajo de Bou y Milito es espectacular, pero más allá de ellos quiero resaltar el trabajo del equipo en general", aclaró el entrenador del envalentonado elenco de Avellaneda. Mientras que se refirió al intratable goleador: "Muy contento por Gustavo, se lo merece... Igual acá lo más importante es el trabajo del equipo. Estamos todos pensando en lo mejor para el equipo".

Asimismo, el DT se hizo un espacio para referirse al adversario de turno: "Sabíamos que Guaraní por ahí nos iba a regalar la iniciativa y que teníamos que asumir el riesgo. Tendríamos que haberlo liquidado antes, por ahí se complicó en un momento. Los equipos paraguayos son muy difíciles. Hubiese sido ideal mantener el arco en cero, pero dejaron todo en la cancha".

"Seguimos en el camino que nos marcamos con los jugadores, ser protagonistas. El equipo quiere más, lo demuestra día a día. Vamos a seguir por este camino para ver hasta dónde podemos llegar. Con mucho respeto y humildad, queremos seguir creciendo", concluyó.

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BOU SOS HISTORICO

Gustavo Bou metió el gol 100 de Racing en la Libertadores, pero no se conformó y metió dos más. Así, lleva nada menos que seis en dos partidos de la Copa. Un arranque imparable. 

Hizo el gol 100 de Racing en la Libertadores y él dice que le avisaron que podía quedar en la historia por eso. Pero también quedará en la historia este arranque goleador en la Copa: con dos hattrick en dos partidos, Gustavo Bou suma seis gritos (de nueve que celebró el equipo), tres ante Táchira en el debut (y el primer partido copero de la Academia en 12 años) y otros tres ante Guaraní, esta vez en el Cilindro. "Estoy muy contento de poder ganar de local. Se nos hizo difícil porque ellos vinieron a buscar un resultado favorable. Pero pudimos hacer bien las cosas y dejar los tres puntos en casa", comentó el delantero.

Entre saludos a su ahijada que cumplía años y agradecimientos a su familia, el punta reconoció estar enterado sobre el gol centenario: "Sabía porque me habían dicho que podría quedar en la historia. Por suerte se me pudo dar. Estoy cumpliendo muchos sueños. Estoy muy contento", aseguró. Eso sí, la alegría por los goles no quitó la autocrítica: después del 2-1 y de haber desperdiciado varias chances, el equipo dudó. Hasta que apareció él para cerrarlo. "Tememos que estar mas tranquilos. Tenemos las situaciones y eso nos deja tranquilos, pero tenemos que mejorar mucho".

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#FELIZCUMPLEBOU



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GB7


Gustavo Bou dijo que disfruta este gran arranque de año. Tras sus tres goles y dos asistencias en una de sus mejores actuaciones en Racing, mostró mucha confianza por el nivel del equipo: "Sabíamos que estábamos bien".
 
Es difícil alcanzar la perfección que Gustavo Bou mostró en Venezuela. La Pantera convirtió tres goles y asistió a Lollo y a Milito en los otros dos tantos. ¿Qué más pedir? "Es algo lindo arrancar con el pie derecho ante un equipo muy difícil. Por suerte hicimos bien las cosas y nos vamos contentos para Argentina", comentó tras el 5-0 en este regreso de Racing a la Libertadores.

Bou, que llegó a sus 13 tantos en sus 18 encuentros oficiales con la camiseta de Racing, comentó que se encuentra muy bien como para seguir logrando cosas en el club:  "En lo físico estoy mucho mejor, hacer una pretemporada es la base para arrancar un torneo".

Además, valoró la reacción del equipo luego del traspié del fin de semana por el torneo local: "El partido con Central fuera raro, se nos hizo cuesta arriba pero sabíamos que teníamos revancha rápidamente. El viaje se hizo largo, pero sabíamos que si estábamos bien podíamos sacar el partido adelante".

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INTRATABLE

Gustavo Bou viene intratable en este verano y no falló ante Independiente. La Pantera, que está en su mejor momento, explica que “convertir me da confianza”.

Hay sitios que a una persona la pueden transformar. Ni hablar en el fútbol. Avellaneda, para Gustavo Bou, parece ser una especie de paraíso terrenal que le permitió al entrerriano no sólo encontrar su mejor versión, sino mejorarla hasta el punto de sorprender a la mayoría. El, claro, se ríe. “Ojalá que Racing sea mi lugar en el mundo”, explica antes de que se apaguen las luces del estadio Mundialista de Mar del Plata. 

Antes de subirse al micro, la Pantera se tomó un tiempito para mantener la sana costumbre de ser respetuoso con la prensa. Entiende que es el muchachito del momento en la Academia y por eso acepta las reglas de juego. Eso sí, lo hace con su estilo campechano, de barrio, sin subirse a ningún pedestal: “Ojalá las cosas sigan así. Siempre trato de mejorar los errores que puedo llegar a tener y seguir de esta manera, tratando de ser mejor jugador. Igual, como siempre digo, si no fuera por mis compañeros yo no estaría jugando así, ellos tienen mucho que ver en todo esto”.

-Le hiciste tres goles a Boca, ahora uno a Independiente, debés estar en las nubes...
-La verdad que para mí es una alegría inmensa poder convertir y más en un clásico, porque los goles se disfrutan mucho más.

-Todos hablan de tus goles, ¿cuánto creés que influye esto en tu juego?
-Todo delantero vive del gol y eso nos da mucha confianza para todo, te da confianza a vos y después a nuestros compañeros.

-Se te ve más suelto, ¿vos lo notás?
-Puede ser. Pero yo siempre me tengo confianza. Desde que llegué a Racing traté de aportar lo máximo para mi equipo.
Los compañeros pasan. Miran de costado a Bou y sonríen. Saben todo el valor simbólico que tiene para el grupo que el goleador del equipo campeón, que encontró en Milito un socio ideal para tejer un ataque contundente, siga afilado. El entrerriano se acomoda la gorrita de visera negra, una marca registrada, y cuenta el secreto de este Racing: “La idea es no quedarse con lo que logramos, sino en mejorar todo eso”.

-Este Racing ofrece una sensación de solidez en cada partido.
-Sí, coincido. Por suerte sigue la mayoría del plantel, estamos muy contentos, desde el primer día venimos trabajando muy bien en la parte física y sabíamos que a medida que fueran pasando los partidos nos íbamos a sentir cada vez mejor.

-Parecen más ofensivos.
-De a poco vamos vamos mejorando el ritmo, quizás en el campeonato nos faltaba eso, tener y manejar más el balón y tratar de agarrar ventaja cuando estamos arriba en el marcador. Ahora lo hicimos.

-Se viene lo mejor, el torneo y la Copa...
-Se trabajó duro en la pretemporada. Tenemos mucha confianza. En lo personal, arranqué el 2015 con goles: ojalá siga así. Y si no que los haga otro, je.


TRANSPIRAMOS EL MANTO, VOLVIMOS A CREER EN EL FUTBOL 

SUPERBOU



De la mano de un Bou intratable, la Academia le ganó 2-0 a Independiente en Mar del Plata y se quedó con la Copa Ciudad de Avellaneda. Diego Milito abrió la cuenta en el primer tiempo tras una asistencia exquisita del ex River, que luego aumentó la ventaja en el complemento. El último campeón del fútbol argentino dominó el partido y tuvo las mejores situaciones. El Rojo no logró plasmar una idea de juego y no tuvo reacción frente a una Academia que terminó floreándose.

Racing, el último campeón del fútbol argentino, derrotó anoche 2 a 0 a Independiente en el primer clásico de Avellaneda de la temporada, disputado en el Estadio José María Minella de Mar del Plata.
Diego Milito anotó a los 39 minutos del primer tiempo, en tanto que Gustavo Bou marcó a los 4 de la segunda etapa.

El esquema elegido por Jorge Almirón no dio sus frutos: el 3 (Figal, Aguilera, Cuesta)- 3 (Breitenbruch, Rodríguez, Papa)- 2 (Aquino, Mancuello)- 2 (Pisano, Albertengo) generó poco en ataque y además sufrió el juego por las bandas.
Independiente tuvo poca profundidad a la hora de generar juego y las dos líneas de 3 en el fondo quedaron cortas para el ancho del campo, con lo cual cada desborde blanquiceleste requería la salida lejana de los stoppers y de ese modo el desequilibrio defensivo.

Racing empezó el juego ansioso, apurado, y ante el pedido de su DT Diego Cocca, el equipo se serenó y empezó a generar juego en ofensiva y a estar ordenado en la parte defensiva.

Los puntos claves de la Academia fueron los desbordes por las bandas de Marcos Acuña y Gastón Díaz, pero el arma letal fue el goleador del equipo el torneo pasado: Gustavo Bou (10 goles), quien complicó siempre en los mano a mano a los defensores del Rojo, generó una gran jugada en el primer gol y anotó el segundo.
En ambos goles de Racing, además del mérito de Bou en el primero y de una gran virtud de Milito en el segundo, pudieron divisarse desatenciones defensivas en los zagueros de Independiente.

Racing se ordenó con el resultado a favor y en ningún momento del segundo tiempo pasó zozobras defensivas. Al Rojo se lo vio sin fútbol, nunca encontró los caminos en ofensiva y con el resultado adverso sobre el cierre del encuentro se notó cierta impotencia, pese al amor propio mostrado, que tuvo como de costumbre, a Federico Mancuello como claro exponente.

Racing terminó jugando con comodidad, incluso Bou, su figura, pudo haber anotado el tercero. La Academia se defendió con la tenencia de la pelota y mostró la sensación de que con el segundo gol cerró un merecido triunfo.
Con esta derrota, hace 6 años (en 2011 no se jugó) que Independiente no le gana a Racing en Mar del Plata.

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