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ULTIMO MOMENTO

HAY QUE MADURAR

Tras la exhibición del primer tiempo, Cocca quedó preocupado por el bajón de Racing en el segundo, ante Temperley. “Tenemos que madurar como equipo”, dijo.
 
Una cara reluciente, otra demacrada. Un viaje por las nubes, otro por un túnel tan oscuro como peligroso. 


Una sintonía futbolística fina, otra llena de interferencias. Racing se partió en dos y, en esa fractura, surgió la dicotomía. 

La mutación de un equipo que dio una exhibición de juego en el primer tiempo ante Temperley, a otro que padeció cada minuto en la parte final del encuentro. Ganó, consiguió su primer triunfo en el torneo local y debutó en la red, aunque el pozo en el que cayó activó un llamado de atención. 

Para futbolistas y cuerpo técnico, todos muy críticos con el bajón en el rendimiento.
“Gracias a Dios nos tocó ganar, pero cuando no pensás adentro de la cancha puede pasar cualquier cosa. Corrés mal, cometés errores. Tenemos que madurar como equipo, saber qué hacer en cada momento. Hay muchas cosas por corregir y para hablar”, fue honesto Diego Cocca.

En el grupo todos coinciden en que el equipo se confió en el segundo tiempo y bajó la intensidad. No fue, según piensan, una consecuencia del cansancio por la doble competencia, sino una cuestión de mala lectura y relajación. Porque más allá de que Racing terminó con uno menos por la roja a Lollo, antes de eso ya brindaba una imagen muy mala: un equipo largo, replegado atrás, con sus dos delanteros muy aislados y sin posesión de pelota. Lo que parecía un partido para goleada, tuvo lugar para el sufrimiento. Así lo analizó el DT: “Equivocamos los caminos en el segundo tiempo. Siempre hay un por qué, un para qué”.

La Academia buscará ir detrás de esa etapa inicial de excelencia en el manejo de pelota, con salida limpia desde el fondo y triangulaciones ofensivas al por mayor. Cocca también se golpea el pecho por haber superado el desafío de ganar por primera vez con Milito afuera de la cancha. “Me gustó mucho el primer tiempo. Veo un equipo convencido de que, si la pelota es bien jugada desde atrás, tendremos más chances de lastimar al rival. Pero fuimos irregulares dentro de un mismo partido. Hay que cambiar eso”, dijo el entrenador.

El plantel ya dio un paso: aceptar y entender todo lo que se hizo mal en esos últimos 45 minutos.

TRANSPIRAMOS EL MANTO, VOLVIMOS A CREER EN EL FUTBOL