Las lágrimas se evaporaron. Aquellos ojos mojados se secaron pero
quedaron como recuerdo fuerte de su despedida. Un año pasó desde que
Diego Cocca anunciaba su salida de Racing con la voz distorsionada y un
nudo en la garganta. Hoy habla con el aire suficiente, sin expresiones
entrecortadas, sin llanto. Está en marcha sobre un camino inverso al de
2015: el del regreso. De vacaciones en Punta del Este, el DT de la
Academia interrumpe su descanso unos minutos, atiende a Olé y empieza a dejar su marca.
-¿Por qué aceptaste volver tan pronto?
-Elegir
es complicado. Ojalá uno pudiera elegir... Se dio que Racing no tenía
técnico, que habían hablado con alguien que respondió que no (Coudet),
pensaban que yo no iba a aceptar porque tenía un compromiso laboral...
Vinieron con muchas ganas a buscarme y me hablaron los jugadores. La
vida es oportunidades. Y esta fue una para volver al club que quiero
mucho. Me costó salir de Millonarios, no me gusta rescindir los
contratos. Fue una decisión dictada por el corazón.
-¿Imaginabas que regresarías un año después?
-Sabía
que en algún momento iba a volver al club que me dio tanto, donde me
siento tan querido e identificado. Jamás pensé que sería ahora.
-¿Alguna vez te arrepentiste de irte en 2015?
-No.
Yo hago las cosas convencido, ¿viste? En ese momento estaba cansado,
desgastado después de mucha lucha. Esto te demanda estar con la energía
al máximo. Si no la tenés, seguramente no harás bien tu trabajo. Con
todo lo que quiero al club, con el compromiso que tengo hacia Racing,
tengo que estar con la energía al máximo. Me costó muchísimo aquella
decisión de irme.
-¿A la distancia tomaste más dimensión de lo que es Racing?
-Lógicamente
lo seguía. Siempre que podía veía los partidos. Soy consciente de lo
que es Racing. Volví a disfrutarlo cuando fui a la despedida de Diego
(Milito), sentí el cariño de la gente. Esas cosas hacen una diferencia
muy grande cuando ponés las cosas en la balanza.
-¿Cuánto influyó que varios jugadores te llamaran?
-Me
hizo muy bien, fue importante. Me decían que querían que estuviéramos
con mi cuerpo técnico para pelear cosas importantes. Los dirigentes
vinieron a buscarme a Uruguay con toda la predisposición y tuvimos una
buena charla.
-¿Creés que vas a poner en riesgo una porción de tu prestigio ganado?
-No
pienso eso. Si lo hiciera, no habría agarrado Racing en mi primer
ciclo, cuando tuvimos que traer 14 jugadores nuevos, de los cuales 10 ó
12 se valorizaron y se vendieron muy bien. El plantel ganó en prestigio,
salimos campeones. En el fútbol no hay lógica, hay que hacer lo que uno
siente, estar convencido, dejar el corazón. Después, Dios dirá. La
pelotita manda.
-¿Te ves campeón?
-Hay una
base de jugadores que saben lo que es ser campeón. No se conforman con
estar en Racing, quieren ser protagonistas en serio. Haremos nuestro
máximo esfuerzo para que el compromiso de todos sea al 100%. Hay que
poner a Racing lo más alto posible. Cuando encontrás este ida y vuelta
entre cuerpo técnico, dirigentes y jugadores, hay que tener fe. Campeón
hay uno solo, pero seguramente vamos a estar cerca...
-¿Vas a mimar mucho a Bou para recuperar al de 2014?
-Uno
siempre trata de darle al jugador lo que le hace falta. El caso de
Gustavo sale a la luz, pero hay un montón de jugadores que ya tuve:
jugaron poco, están lesionados o en un momento de dudas. Vamos con todas
las energías para levantarlos, comprometerlos, hacerlos sentir
importantes. Esto no es Gustavo y diez más..
-¿Otro desafío es devolver la mentalidad ganadora?
-Este
equipo la tiene. Conozco a sus jugadores, tengo contacto permanente y
me cuentan cómo se entrenan, cómo quieren crecer cada vez más. Hay que
ser inteligentes, tomar buenas decisiones, apostar a una idea de juego,
encontrarles las posiciones a los jugadores para que se sientan de la
mejor manera, traer refuerzos buenos... Eso nos marcará si vamos a estar
peleando en serio o no. La imagen del Racing Positivo está en la gente,
pero hay que rescatarla, desempolvarla, traerla de nuevo al Cilindro.
-Vas a encontrar un plantel diezmado en comparación con el de 2014.
-No
comparo. Lo de 2014 ya fue. Mi objetivo es que este equipo tenga una
identidad propia, que sea ganador. No tiene sentido compararlo con el de
2014 porque hay jugadores distintos y vendrán dos nuevos.
-¿El estilo de juego va a ser como el de tu primer ciclo? ¿Qué se viene?
-Quiero
un equipo protagonista, que tenga la pelota, presione arriba y gane.
Tenemos que conseguir que la idea de un equipo ganador me la den los
propios jugadores. Sé lo que quieren la gente y los jugadores: ir para
adelante y ganar.
Fuente: Olé.