Racing consiguió un empate valiosísimo en un partido que perdía y jugaba bastante mal hasta que Brian Fernández clavó un frentazo brillante. Se trae de Montevideo el gol de visitante y tiene todo a favor para la revancha en el Cilindro.
Vale oro. Brian Fernández, el mismo que todavía no pudo meter un gol en el torneo local, clavó un frentazo impecable cuando Racing daba una muy baja versión de su fútbol en el Parque Central de Montevideo. El ex Defensa y Justicia había arrancado en el banco y Cocca lo mandó a la cancha en lugar de un discreto Diego Milito. Había que meter el valiosísimo gol de visitante, no sólo empatar el empatar el partido. Y Brian generó un enorme alivio para la Academia en una noche que venía de regular a peor.Racing había mostrado escasa generación ofensiva. Zafó Acuña con sus aportes, pero desde el medio se falló bastante en el primer pase ante un adversario limitado aunque ordenado y sólido en lo colectivo.
Wanderers se puso en ventaja tras un mal cierre de Pillud: la jugada terminó con el gol de Santos, con un derechazo cruzado. Entonces, se vio la peor versión de Racing. Impreciso y con más voluntad que buen juego, a los volantes centrales les costaba el primer pase porque la presión de Wanderers era efectiva.
Por eso, y debe quedar muy claro, lo mejor que se trae Racing de Montevideo es el empate 1 a 1, porque el bendito gol de visitante le da ventaja deportiva para la revancha: el 0 a 0 en el Cilindro le asegura la clasificación a cuartos de final. Y dato que se potencia porque Wanderers es un equipo cuyo poder ofensivo se basa más en el espacio libre que le deja el adversario que en su capacidad de profundización.
¿Cómo pasa Racing?
Si gana o empata 0 a 0. Si es 1 a 1, se define por penales. Si es 2 a 2 o cualquier otra igualdad por mayor resultado, pasan los uruguayos
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