Por: Mauro Gundin mgundin@playfutbol.com
La desazón que genera esta injusta eliminación es directamente proporcional a la ilusión que teníamos. Igualmente, esto no puede empañar lo que está haciendo el equipo, lo que genera, lo que transmite, el orgullo de sentirnos representados por ellos. Liderados por Milito, Racing volvió a estar en los primeros planos. Ahora, a repetir el título local. ¡Gracias campeones!
Tengo un nudo en el estómago. Mientras empiezo a escribir estas líneas, se me viene a la cabeza todo lo que hubiera puesto en el caso de estar en la Semifinal. Pero, lamentablemente, no es así. Nos quedamos en Cuartos. Con esto terminó la ilusión. Y el dolor que se siente es proporcional a los sueños que teníamos, los cuales estaban sustentados en un EQUIPO (así, con mayúscula).
Decir que la eliminación es injusta, suena a atenuante, considerando que Racing fue más que Guaraní y mereció seguir en el certamen. Hablar de lo perjudicado que fuimos por los árbitros (mal expulsado Lollo en Paraguay, algo que condicionó la serie), podría sonar como excusa, pero no lo es; sino que es real. En este contexto, da bronca entender que jugamos en tierra 'guaraní' de una manera muy avara, defensiva. Esto, sin dudas, es lo único que se puede reprochar.
Luego, la "Academia" hizo todo lo que tenía que hacer. Y más también. Cuando se habla de estos cruces, siempre se menciona a un 'partido de 180 minutos'. Bueno, la realidad es que la mitad de esto lo jugamos con un hombre menos. Y el campeón estuvo a la altura. Hizo al arquero rival la figura de la cancha. Fue al frente. Intentó, aún con un hombre menos. Tuvo las chances. Corrió. Metió. Nada para reprocharle al equipo. El fútbol, muchas veces, es injusto. Éste es uno de los casos. Pero, sin dudas, hay maneras y maneras de perder (un resultado que está dentro de las posibilidades en este deporte). Y Racing cayó de pie. Como lo hacen los grandes.
Igualmente, de ninguna manera esto puede empañar lo que viene haciendo Racing. Este equipo genera orgullo, satisfacción, seguridad. No puede dejar de soslayarse que se llegó a esta Copa por ser el campeón del fútbol argentino. Y esto no lo cambia nada ni nadie. Este grupo de jugadores y el cuerpo técnico llevaron al club a lo más alto, lo posicionaron nuevamente en la 'elite'.
Ganaron un título, mostrando una personalidad inmensa. Perdieron sólo 4 partidos de los últimos 31. Se quedaron con todos los clásicos. Vienen de derrotar (hace sólo cinco días) a Independiente, que más allá de la lástima que da su presente, no deja de ser el adversario de toda la vida. En el fútbol argentino, 'los pone en fila' y les gana a todos. ¿Qué más se le puede pedir?
Obviamente que se le puede pedir más. Y se le debe pedir más. Este gran presente tiene que aparecer como el piso, no como el techo. Racing tiene un potencial enorme. Es el campeón. Está muy bien institucionalmente. Cuenta con divisiones inferiores confiables. Los jugadores quieren llegar al club. Ya no somos noticias porque el técnico renuncia, porque los empleados no cobran o porque perdemos seguido. Ahora, Racing es noticia porque perdió en ¡cuartos de final de una Copa Libertadores! Esto, sin dudas, es la fiel demostración del buen momento que atravesamos.
Ahora, todo tiene que enfocarse al torneo local. No hay tiempos para lamentos, más allá que esta herida tarde en cicatrizar. Somos los campeones y estamos obligados a pelear este campeonato, algo que estamos haciendo, más allá que jugamos muchos partidos con un equipo alternativo. Racing puede y debe ser protagonista del torneo. Como así también pelear hasta el final la Copa Argentina.
Así lo marca su historia, pero también lo indica su presente. En la actualidad, el fútbol argentino tiene cuatro 'potencias', y una de ellas somos nosotros (River, Boca y San Lorenzo son los otros tres; Independiente está de rodillas y devastado en todo concepto). Tenemos con qué seguir manteniendo la ilusión.
Sin dudas, éste es el camino. Un resultado adverso no debe apartarnos. Racing está de pie y se mostró a la altura de todos los acontecimientos importantes que atravesamos en los últimos años.
Y esto lo deben entender los dirigentes. Ahora, ellos deben demostrar estar a la altura del club, algo que ya hicieron los jugadores y Cocca. ¿Qué significa? Utilizar esto como trampolín, y a partir de lo conseguido, seguir avanzando y mejorando en todo concepto. Hay que potenciar lo bueno y trabajar sobre lo malo. No hay que desarmar el plantel campeón, más allá que alguno sí tenga que irse. Hay que traer jerarquía para sumar a la jerarquía que ya existe. Y el DT debe seguir, no sólo hasta diciembre (fecha en la que vence su contrato); sino hasta que termine el mandato de Blanco. Se terminó el sueño, no debe terminarse este proyecto.
Cocca es gestor de esto. No hay dudas. Ha recibido muchas críticas de mi parte, y así seguirá siendo si la situación lo amerite. Pero no soy necio como para desconocer que él tiene mucho que ver en este momento, con el armado de un plantel de hombres, con personalidad y con la conformación de un equipo con identidad, serio, el mejor de Argentina. A todos ellos, muchas gracias. De corazón. Sepan que estamos orgullosos de ustedes. Que nos genera satisfacción las formas en la que defienden nuestros colores. Y sobre todo a él. ¡Gracias Diego Milito! Volvió por amor a la camiseta (luego de ganar todo en Europa) y nos hizo creer que con él, todo es posible. Dentro de la cancha, ya no quedan adjetivos para calificarlo, aún en inferioridad de condiciones por su maltrecha rodilla. Pero su ejemplo va más allá de lo que hace en el césped. Lo mejor de él se ve fuera: lo que hace, lo que transmite, lo que genera. En él, principalmente en él, tenemos que confiar para seguir por este camino.
¡Gracias Racing! ¡Gracias campeones!
Ahora, vamos por el bicampeonato...
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La desazón que genera esta injusta eliminación es directamente proporcional a la ilusión que teníamos. Igualmente, esto no puede empañar lo que está haciendo el equipo, lo que genera, lo que transmite, el orgullo de sentirnos representados por ellos. Liderados por Milito, Racing volvió a estar en los primeros planos. Ahora, a repetir el título local. ¡Gracias campeones!
Tengo un nudo en el estómago. Mientras empiezo a escribir estas líneas, se me viene a la cabeza todo lo que hubiera puesto en el caso de estar en la Semifinal. Pero, lamentablemente, no es así. Nos quedamos en Cuartos. Con esto terminó la ilusión. Y el dolor que se siente es proporcional a los sueños que teníamos, los cuales estaban sustentados en un EQUIPO (así, con mayúscula).
Decir que la eliminación es injusta, suena a atenuante, considerando que Racing fue más que Guaraní y mereció seguir en el certamen. Hablar de lo perjudicado que fuimos por los árbitros (mal expulsado Lollo en Paraguay, algo que condicionó la serie), podría sonar como excusa, pero no lo es; sino que es real. En este contexto, da bronca entender que jugamos en tierra 'guaraní' de una manera muy avara, defensiva. Esto, sin dudas, es lo único que se puede reprochar.
Luego, la "Academia" hizo todo lo que tenía que hacer. Y más también. Cuando se habla de estos cruces, siempre se menciona a un 'partido de 180 minutos'. Bueno, la realidad es que la mitad de esto lo jugamos con un hombre menos. Y el campeón estuvo a la altura. Hizo al arquero rival la figura de la cancha. Fue al frente. Intentó, aún con un hombre menos. Tuvo las chances. Corrió. Metió. Nada para reprocharle al equipo. El fútbol, muchas veces, es injusto. Éste es uno de los casos. Pero, sin dudas, hay maneras y maneras de perder (un resultado que está dentro de las posibilidades en este deporte). Y Racing cayó de pie. Como lo hacen los grandes.
Igualmente, de ninguna manera esto puede empañar lo que viene haciendo Racing. Este equipo genera orgullo, satisfacción, seguridad. No puede dejar de soslayarse que se llegó a esta Copa por ser el campeón del fútbol argentino. Y esto no lo cambia nada ni nadie. Este grupo de jugadores y el cuerpo técnico llevaron al club a lo más alto, lo posicionaron nuevamente en la 'elite'.
Ganaron un título, mostrando una personalidad inmensa. Perdieron sólo 4 partidos de los últimos 31. Se quedaron con todos los clásicos. Vienen de derrotar (hace sólo cinco días) a Independiente, que más allá de la lástima que da su presente, no deja de ser el adversario de toda la vida. En el fútbol argentino, 'los pone en fila' y les gana a todos. ¿Qué más se le puede pedir?
Obviamente que se le puede pedir más. Y se le debe pedir más. Este gran presente tiene que aparecer como el piso, no como el techo. Racing tiene un potencial enorme. Es el campeón. Está muy bien institucionalmente. Cuenta con divisiones inferiores confiables. Los jugadores quieren llegar al club. Ya no somos noticias porque el técnico renuncia, porque los empleados no cobran o porque perdemos seguido. Ahora, Racing es noticia porque perdió en ¡cuartos de final de una Copa Libertadores! Esto, sin dudas, es la fiel demostración del buen momento que atravesamos.
Ahora, todo tiene que enfocarse al torneo local. No hay tiempos para lamentos, más allá que esta herida tarde en cicatrizar. Somos los campeones y estamos obligados a pelear este campeonato, algo que estamos haciendo, más allá que jugamos muchos partidos con un equipo alternativo. Racing puede y debe ser protagonista del torneo. Como así también pelear hasta el final la Copa Argentina.
Así lo marca su historia, pero también lo indica su presente. En la actualidad, el fútbol argentino tiene cuatro 'potencias', y una de ellas somos nosotros (River, Boca y San Lorenzo son los otros tres; Independiente está de rodillas y devastado en todo concepto). Tenemos con qué seguir manteniendo la ilusión.
Sin dudas, éste es el camino. Un resultado adverso no debe apartarnos. Racing está de pie y se mostró a la altura de todos los acontecimientos importantes que atravesamos en los últimos años.
Y esto lo deben entender los dirigentes. Ahora, ellos deben demostrar estar a la altura del club, algo que ya hicieron los jugadores y Cocca. ¿Qué significa? Utilizar esto como trampolín, y a partir de lo conseguido, seguir avanzando y mejorando en todo concepto. Hay que potenciar lo bueno y trabajar sobre lo malo. No hay que desarmar el plantel campeón, más allá que alguno sí tenga que irse. Hay que traer jerarquía para sumar a la jerarquía que ya existe. Y el DT debe seguir, no sólo hasta diciembre (fecha en la que vence su contrato); sino hasta que termine el mandato de Blanco. Se terminó el sueño, no debe terminarse este proyecto.
Cocca es gestor de esto. No hay dudas. Ha recibido muchas críticas de mi parte, y así seguirá siendo si la situación lo amerite. Pero no soy necio como para desconocer que él tiene mucho que ver en este momento, con el armado de un plantel de hombres, con personalidad y con la conformación de un equipo con identidad, serio, el mejor de Argentina. A todos ellos, muchas gracias. De corazón. Sepan que estamos orgullosos de ustedes. Que nos genera satisfacción las formas en la que defienden nuestros colores. Y sobre todo a él. ¡Gracias Diego Milito! Volvió por amor a la camiseta (luego de ganar todo en Europa) y nos hizo creer que con él, todo es posible. Dentro de la cancha, ya no quedan adjetivos para calificarlo, aún en inferioridad de condiciones por su maltrecha rodilla. Pero su ejemplo va más allá de lo que hace en el césped. Lo mejor de él se ve fuera: lo que hace, lo que transmite, lo que genera. En él, principalmente en él, tenemos que confiar para seguir por este camino.
¡Gracias Racing! ¡Gracias campeones!
Ahora, vamos por el bicampeonato...
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