En Colombia, Racing le remontó un partido increíble al Deportivo Cali y se trajo un empate con sabor a victoria para Avellaneda: pasó del 0-2 con baile incluido a un 2-2 con goles de Grimi y Licha López que se festejaron desde el Cilindro hasta La Boca, donde veían cómo los colombianos se acomodaban en la tabla .
A Racing le costó hacerse de la pelota. Apretó bien en la mitad de la cancha y le cortó el circuito al Deportivo Cali, pero así como la recuperó la perdió y entonces no pudo hacer pesar su juego. Sin ir más lejos, apenas consiguió llegar a través de algún remate de media distancia de Milito. Pero el partido era parejo. Se jugaba feo y prácticamente no había situaciones de peligro. Hasta que una mano casual cambió el rumbo del encuentro: Roa se la llevó ante la marca de Pillud, tocó para Preciado y apareció en el área para capitalizar la devolución con un remate mordido que engañó a Saja, quien había apuntado hacia el otro palo.
Con ese gol empezaron a surgir las inseguridades del fondo, que padeció (y mucho) la velocidad de los colombianos. Vittor llegó siempre tarde, Nico Sánchez estuvo dubitativo y los laterales quedaron expuestos ante cada ataque de Cali por los costados. De no haber sido por Saja, de estupenda actuación, la primera etapa hubiera terminado en goleada. Porque después del 1-0 hubo un batallón de llegadas cafeteras: un tiro libre de Sambueza que el arquero mandó al córner, la del 2-0, una doble atajada espectacular sobre Mera y Preciado y el mano a mano que le sacó a Borré antes de irse al descanso.
No hubo cambios sustanciales en el comienzo de la segunda parte. Racing parecía dormido, aplacado por lo que había sucedido en los últimos 20' del primer tiempo, y seguía sufriendo con Sambueza y compañía. Pero un contragolpe lo devolvió a la vida. No fue gol, Cerro lo erró abajo del arco, pero aun así le hizo darse cuenta de que podía, de que estaba a tiempo. Y entonces Sava mandó a la cancha a Bou (por Milito), con todo lo que eso genera. Y apareció Grimi de 9 y descontó. Y enseguida le sacaron el empate a Romero. Y Racing volvió a ser Racing, y consecuentemente el 2-2 se hizo presente: centro desde la izquierda, cabezazo de Licha López y a buscarla adentro.
Sobre el final volvió a salvar Saja. Otro tiro libre; otra vez Sambueza. Pero ya ni la inexplicable roja de Cerro (¿habrá insultado al juez?) pudo quitarle el punto del bolsillo. Racing había vuelto en Colombia. Había vuelto para volver con un puntazo.
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