Fue un instante de desconcierto. No entendía lo que veía en el
cartel luminoso . Un segundo fue el que estuvo quieto, parado,
esperando... Hasta que le cayó la ficha y Pablo Alvarado arrancó su
marcha hacia el lado de afuera de la cancha. ¿Cuál fue la particularidad
de esa secuencia? Que el improvisado volante se despidió del partido
cuando recién iban 27 minutos, y no precisamente por alguna lesión...
“Fue un cambio táctico, no estaba cumpliendo con lo que yo pretendía, nos complicaban por esa zona”, argumentó Diego Cocca, pero sin soslayar que el puesto natural del ex San Lorenzo es el de defensor, más allá de que ya había jugado dos veces como doble cinco, ante Estudiantes y Guaraní. Cocca hasta fue algo autocrítico: “Le pedí una función que no está acostumbrado a hacer. Pensé que lo estaba exigiendo demasiado”.
Aunque no fue Alvarado el único que quedó perplejo por su prematura salida;. sus compañeros compartieron la sensación. “Ese cambio nos sorprendió un poco a todos porque fue muy temprano. Imagino que él no lo habrá entendido en ese momento, le habrá dado bronca. Fue raro, pero tuvimos que seguir concentrados”, dijo Germán Voboril.
Al ver que Apu no hacía pie en el medio, el entrenador lo reemplazó por Marcos Acuña para tener más juego interno, lo cual el equipo consiguió a medias. Esto dejó expuesto a Apu y seguramente le provocó malestar, pese a que no lo exteriorizó con palabras al aire ni gestos de descarga en el momento en que se retiraba. El técnico puso en la balanza algunas fallas importantes de Alvarado en el poco tiempo que estuvo en cancha, principalmente con la pelota y en la marca. Los errores más notorios en que incurrió se dieron al perder dos balones que generaron ataques y dejaron mal posicionado al equipo. Además, no estuvo bien en la recuperación.
Con Lollo en condiciones (fue la figura de la cancha), ahora Alvarado luchará con Nico Sánchez y Cabral para quedarse con un lugar en la zaga junto al cordobés. De doble cinco no iría más...
“Fue un cambio táctico, no estaba cumpliendo con lo que yo pretendía, nos complicaban por esa zona”, argumentó Diego Cocca, pero sin soslayar que el puesto natural del ex San Lorenzo es el de defensor, más allá de que ya había jugado dos veces como doble cinco, ante Estudiantes y Guaraní. Cocca hasta fue algo autocrítico: “Le pedí una función que no está acostumbrado a hacer. Pensé que lo estaba exigiendo demasiado”.
Aunque no fue Alvarado el único que quedó perplejo por su prematura salida;. sus compañeros compartieron la sensación. “Ese cambio nos sorprendió un poco a todos porque fue muy temprano. Imagino que él no lo habrá entendido en ese momento, le habrá dado bronca. Fue raro, pero tuvimos que seguir concentrados”, dijo Germán Voboril.
Al ver que Apu no hacía pie en el medio, el entrenador lo reemplazó por Marcos Acuña para tener más juego interno, lo cual el equipo consiguió a medias. Esto dejó expuesto a Apu y seguramente le provocó malestar, pese a que no lo exteriorizó con palabras al aire ni gestos de descarga en el momento en que se retiraba. El técnico puso en la balanza algunas fallas importantes de Alvarado en el poco tiempo que estuvo en cancha, principalmente con la pelota y en la marca. Los errores más notorios en que incurrió se dieron al perder dos balones que generaron ataques y dejaron mal posicionado al equipo. Además, no estuvo bien en la recuperación.
Con Lollo en condiciones (fue la figura de la cancha), ahora Alvarado luchará con Nico Sánchez y Cabral para quedarse con un lugar en la zaga junto al cordobés. De doble cinco no iría más...
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