El punto más alto del equipo en la era Sava ni siquiera vio un minuto de acción en los juegos de Paraguay ante Ecuador y Brasil, por las Eliminatorias, y cuando llegó al país se encontró con su departamento desvalijado.
El 10, sin embargo, se repuso a los contratiempos y ante Tigre otra vez brilló.
Fresco por sus dos semanas sin jugar (se perdió el juego ante Atlético de Rafaela), la pidió siempre, metió el primer gol de derecha y no se cansó de dejar mano a mano a sus compañeros.
Le puso pelotas de gol a Lisandro López, Bou, Cerro y Noir, pero padeció la falta de contundencia de sus compañeros.
“Lo veo muy bien a pesar de lo que tuvo que vivir”, había expresado el entrenador de la Academia en la última conferencia de prensa antes del partido. Entre tantos problemas defensivos, el paraguayo, al menos, genera la contracara.
Fuente: Olé.
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