Racing se vengó del torneo pasado con Milito como símbolo y goleador. Mientras Almirón teclea, la Academia tuvo su gran domingo. Motivación sobra para el partido del jueves...
"Oh oh, oh oh oh, Milito hay uno solo, oh, oh, oh...".
Acalambrado, dejando hasta la última gota de sudor, Diego Milito fue el
símbolo del triunfo de Racing. Autor del gol que marcó la victoria ante
Independiente, el ídolo marcó el camino en cuanto a cómo jugar este tipo
de clásicos: con alma y vida. La Academia lo ganó porque sus joyas
futbolísticas (Milito y Bou, sobre todo) brillaron sobremanera y porque
todo el equipo lo jugó como en el barrio, dejando todo por el honor más
que por los tres puntos.
En la otra vereda se vio, nuevamente, a un Independiente tibio, de buenas intenciones pero frágil en el fondo y livianito adelante. Para colmo, su capitán y pieza clave, Federico Mancuello, cerró su floja tarde con una expulsión impropia de un referente: con un tremendo planchazo a un rival como muestra de la impotencia por saberse derrotado. Bien por Germán Delfino, que tuvo una buena actuación: acertó en el penal (hubo foul de Cuesta a Acuña). Eso sí, se quedó corto con la amarilla a Acuña por un patadón a Tagliafico en el primer tiempo.
Las más de 40.000 almas que poblaron el Cilindro y que gozaron a su clásico rival recordándole su reciente paso por la B, disfrutaron de un equipo que entregó todo y que también mostró buen fútbol como para que el resultado fuera más amplio. A decir verdad, el 1-0 terminó siendo mentiroso de acuerdo con las numerosas situaciones claras de gol que tuvo el equipo de Diego Cocca en el segundo tiempo. En el complemento, pese a dos ocasiones que tuvo el Rojo (un cabezazo de Benítez y un tiro libre de Mancuello), Racing fue superior a partir del buen trabajo de Videla y Aued en la mitad de la cancha. Ahí sacó ventaja en el juego y la profundizó arriba. Pero claro, los errores en la definición y algunas atajadas del Ruso Rodríguez evitaron la goleada.
Independiente, con esta derrota y una floja actuación, estará en las próximas horas definiendo la continuidad de Jorge Almirón. A Racing, en cambio, el presente es mucho más alentador: ganó el clásico ante su gente, se cansó de gozar a su rival y con el ánimo por las nubes encarará el partido del jueves en el Cilindro ante Guaraní, en el que deberá dar vuelta el resultado (perdió 1-0 en Paraguay) si quiere avanzar a la semifinal de la Copa Libertadores.
En la otra vereda se vio, nuevamente, a un Independiente tibio, de buenas intenciones pero frágil en el fondo y livianito adelante. Para colmo, su capitán y pieza clave, Federico Mancuello, cerró su floja tarde con una expulsión impropia de un referente: con un tremendo planchazo a un rival como muestra de la impotencia por saberse derrotado. Bien por Germán Delfino, que tuvo una buena actuación: acertó en el penal (hubo foul de Cuesta a Acuña). Eso sí, se quedó corto con la amarilla a Acuña por un patadón a Tagliafico en el primer tiempo.
Las más de 40.000 almas que poblaron el Cilindro y que gozaron a su clásico rival recordándole su reciente paso por la B, disfrutaron de un equipo que entregó todo y que también mostró buen fútbol como para que el resultado fuera más amplio. A decir verdad, el 1-0 terminó siendo mentiroso de acuerdo con las numerosas situaciones claras de gol que tuvo el equipo de Diego Cocca en el segundo tiempo. En el complemento, pese a dos ocasiones que tuvo el Rojo (un cabezazo de Benítez y un tiro libre de Mancuello), Racing fue superior a partir del buen trabajo de Videla y Aued en la mitad de la cancha. Ahí sacó ventaja en el juego y la profundizó arriba. Pero claro, los errores en la definición y algunas atajadas del Ruso Rodríguez evitaron la goleada.
Independiente, con esta derrota y una floja actuación, estará en las próximas horas definiendo la continuidad de Jorge Almirón. A Racing, en cambio, el presente es mucho más alentador: ganó el clásico ante su gente, se cansó de gozar a su rival y con el ánimo por las nubes encarará el partido del jueves en el Cilindro ante Guaraní, en el que deberá dar vuelta el resultado (perdió 1-0 en Paraguay) si quiere avanzar a la semifinal de la Copa Libertadores.
1- S. Saja (6): Con las manos, impecable: le tapó una difícil a Albertengo. Pero impreciso con los pies.
20- I. Pillud (5): No gravitó tanto en ataque y se equivocó en algunos pases. Correcto en la marca.
6- L. Lollo (6): Arrancó apurado y a los pelotazos, pero levantó y terminó ganando siempre.
23- Y. Cabral (5,5): Tuvo fallas cuando quiso salir jugando, pero jamás perdió el mano a mano.
3- L. Grimi (6): Marcó bien. Se apuró en una contra y le pegó de afuera cuando Milito se la pedía solo.
17- M. Acuña (6,5): Más allá del penal que le cometieron, su partido fue muy completo. Ayudó a Grimi en la marca y también se juntó con los delantero.
15- E. Videla (4,5): Todavía no puede encontrar el nivel del año pasado. Perdió muy seguido las espaldas y no recuperó tanto. El sacrificio, como siempre.
11- L. Aued (7,5): Volvió en el mismo nivel que dejó el equipo. Se tiró atrás, pidió todas y fue el primer pase limpio que necesitaba el equipo.
10 O. Romero (4): Más allá de un caño y un gran pase a Milito, sigue mostrándose incómodo. Lo suyo no es el retroceso por la banda derech.
22- D. Milito (8): El corazón del equipo. Hizo el gol de penal y mostró un sacrificio conmovedor aún cuando estaba acalambrado. Predica con el ejemplo.
7- G. Bou (8): El más desequilibrante. Supo cuando encarar, rematar o asistir. Cada día mejor.
18- F. Cerro (6): La rueda de auxilio de siempre.
8- W. Camacho (6,5) : Entró bien, cambiándole el ritmo a cada contra en el segundo tiempo.
25- G. Díaz (5) : Para aguantar y tocar.
20- I. Pillud (5): No gravitó tanto en ataque y se equivocó en algunos pases. Correcto en la marca.
6- L. Lollo (6): Arrancó apurado y a los pelotazos, pero levantó y terminó ganando siempre.
23- Y. Cabral (5,5): Tuvo fallas cuando quiso salir jugando, pero jamás perdió el mano a mano.
3- L. Grimi (6): Marcó bien. Se apuró en una contra y le pegó de afuera cuando Milito se la pedía solo.
17- M. Acuña (6,5): Más allá del penal que le cometieron, su partido fue muy completo. Ayudó a Grimi en la marca y también se juntó con los delantero.
15- E. Videla (4,5): Todavía no puede encontrar el nivel del año pasado. Perdió muy seguido las espaldas y no recuperó tanto. El sacrificio, como siempre.
11- L. Aued (7,5): Volvió en el mismo nivel que dejó el equipo. Se tiró atrás, pidió todas y fue el primer pase limpio que necesitaba el equipo.
10 O. Romero (4): Más allá de un caño y un gran pase a Milito, sigue mostrándose incómodo. Lo suyo no es el retroceso por la banda derech.
22- D. Milito (8): El corazón del equipo. Hizo el gol de penal y mostró un sacrificio conmovedor aún cuando estaba acalambrado. Predica con el ejemplo.
7- G. Bou (8): El más desequilibrante. Supo cuando encarar, rematar o asistir. Cada día mejor.
18- F. Cerro (6): La rueda de auxilio de siempre.
8- W. Camacho (6,5) : Entró bien, cambiándole el ritmo a cada contra en el segundo tiempo.
25- G. Díaz (5) : Para aguantar y tocar.
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